Fue una fría mañana de noviembre cuando mi hermano, que me acompañaba a mi paseo fotográfico, y yo, madrugamos intencionadamente para amanecer en la zona de Isla Mayor buscando luz otoñal y arrozales infinitos. Allí, estaba él, vigilante, hermoso, dominante, pleno de señorío y mil historias, mirándose en el agua...
Añadir comentario
Comentarios
Sin perder detalle....