Un día de invierno, paseando por Córdoba, me crucé con una encantadora señora que se sentó muy cerca de mí a descansar un rato. En ese momento aproveché para captar lo que me parecieron unas manos elegantes, cansadas y plenas de experiencia. Nos miramos, nos sonreímos y continuamos nuestros caminos...
Experiencia...
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Comentarios
Un día maravilloso en Córdoba....con bellos recuerdos como estas manos.